Pues, para hablar de cómo empecé a hacer fotografía submarina creo que sería mejor comenzar a hablar de cómo empecé a bucear.

Al vivir en una isla era casi obvio que me dedicase a algún deporte relacionado con el mar. Siempre he sido un enamorado del océano, toda mi infancia como muchos niños de las Islas Canarias, la pasé vinculada al mar. Fue hace 20 años cuando un amigo me propuso la idea de probar bucear con un equipo autónomo. La idea de respirar bajo el agua me seducía. Maravillado por las profundidades, no sólo lo probé si no que me enganché de lleno al buceo.

Pasados unos años, sintiendo la necesidad de mostrar todo lo que veía en el fondo y viendo cómo este amigo y otros se iniciaban en la fotografía, compré mi primera cámara réflex, una Nikon analógica, saltándome así el difícil paso de las Nikonos (cámaras anfibias no réflex), allá por el año 2000.

Con este amigo inseparable comencé a ir a campeonatos de fotografía submarina organizados por la CMAS, pero iba como acompañante, no como fotógrafo. Íbamos a los campeonatos, él con su cámara y yo con la mía y durante los entrenamientos ambos sacábamos fotos y el día de la competición yo le hacía de acompañante. Fue una época bastante productiva y autodidacta en la que aprendí mucho, ya que veía las fotos que hacían los demás en las mismas condiciones que yo. Siempre me ayudó mucho el preguntarme a  mi mismo, ¿cómo hizo eso aquel o tal fotógrafo?, pensaba, “…yo estaba allí, vi la luz que había, vi ese animal, pero ¿cómo lo hizo?…”

Esas y miles de preguntas son las que me ayudaron a aprender.

Cuando me inicio en el buceo, como todo el mundo lo primero que impresiona es ver el paisaje submarino y los peces y a medida que vamos conociendo el medio, nos vamos interesando por la vida más minúscula y nos vamos convirtiendo en pequeños biólogos aficionados. Con la fotografía submarina pasa al contrario, empecé por lo más pequeño, por lo más fácil de fotografiar, por el macro por los peces, por los invertebrados, por las texturas. Fotografiar el paisaje submarino requiere más técnica.

En aquella época analógica era fácil ver gente que empezaba y se desesperaba con los resultados, todo era mucho más difícil que ahora, disparaba en diapositivas. Por ejemplo, hacía una inmersión un sábado, el lunes llevaba los carretes al laboratorio, y veía las diapos el martes. Y si había fotografiado algo interesante, como podría ser una tortuga, y no había hecho la foto perfecta, la fastidiamos, por que difícilmente la íbamos a encontrar en el mismo sitio el siguiente sábado, o quizás si.

Bueno, que con las cámaras digitales ahora es más fácil y más gratificante sacar fotos, se aprende más rápido, no hay que esperar al martes para ver lo que hicimos mal!, je, je, je…

Pasan los años y empiezo a viajar y sacar fotos. Viajar y sacar fotos era lo único que me interesaba, siempre autodidacta. Veía mucha fotografía, aún lo hago hoy en día, me parece fundamental, ver lo que se hace ahora, ver lo que se hacía antes, ver otros fotógrafos que no sean submarinos e incluso que no sean de naturaleza, ver fotografía clásica, incluso pintura, todo me ayuda a educarme como fotógrafo.

Llega la era digital y me apoyo en una escuela de fotografía, la Escuela Municipal de fotografía de Los Realejos una pequeña ciudad cerca de casa. Muchas cosas cambiaron para mi pero la esencia permanece, la composición, la luz, ….

Les propongo seguir los mismos pasos que yo, primero el macro y después la fotografía angular, partiendo desde luego de los equipos, iluminación y otras normas básicas.

Francis Pérez

Fotógrafo Submarino

www.francisperez.es